Debido a un grato encuentro con un profesor de la USB ahora residenciado en Ecuador, pude entrar en un curso sobre las nuevas tecnologías de información y comunicación. Ha sido una experiencia súper interesante. Por un lado, aprendo sobre todo cómo el profesor utiliza la plataforma de e-learning y su rol como facilitador. Por el otro, hago contacto con personas interesantes y, sobre todo, con jóvenes profesores de un Colegio de ese país. He tratado de participar como todos me conocen de manera muy proactiva. Pero hubo un pequeño impasse con un estudiante, porque de manera cariñosa le dije “pichón” de psicólogo, ya que estaba estudiando esa carrera e hizo afirmaciones que para mi entender, no tenían una base científica, sino opinática. Al parecer le molestó y, a pesar de haberle explicado lo que significaba para mi ese término, y habiéndolo asociado con unos pichoncintos que he criado en mi pequeño jardín, como que se sintió vulnerado en su autoestima, lo cual lamenté mucho.
Qué interesante es en este medio, darse cuenta de las diferencias culturales, generacionales y de estatus. Otra de las estudiantes que salió en su defensa, lo interpretó como un gesto de poder. Bueno, admito que si puede ser un gesto de poder, del que se llama poder experto, porque soy una psicóloga de muchos años de rodaje. Para mi era un apelativo cariñoso, al menos lo es en nuestro país, pero no fue interpretado de esa manera.
Sin embargo, he ido observando el comportamiento de los estudiantes de lo más variados, los que se abruman con la competencia de los más expertos, los que agradecen esa experiencia, los bandos que se crean, la confrontación con el líder, tal como sucede en los grupos de encuentro que tantos años he facilitado. Eso me ayudó a comprender lo que pasaba y por eso decidí bajar el perfil de actividad, porque comprendí que ese era SU espacio y yo solo era una invitada. Esto es, ubicarse en el contexto y hacer los ajustes. Debo agradecer a mi amigo que me permitió ingresar en su mundo y acompañarlo.
Sin embargo, he ido observando el comportamiento de los estudiantes de lo más variados, los que se abruman con la competencia de los más expertos, los que agradecen esa experiencia, los bandos que se crean, la confrontación con el líder, tal como sucede en los grupos de encuentro que tantos años he facilitado. Eso me ayudó a comprender lo que pasaba y por eso decidí bajar el perfil de actividad, porque comprendí que ese era SU espacio y yo solo era una invitada. Esto es, ubicarse en el contexto y hacer los ajustes. Debo agradecer a mi amigo que me permitió ingresar en su mundo y acompañarlo.
Se agradece respetar los derechos de autor y hacer la referencia de la fuente de este blog.
Valarino, Elizabeth (2009).La historia del pichón.Publicado en: http://ventaninterior.blogspot.com
Valarino, Elizabeth (2009).La historia del pichón.Publicado en: http://ventaninterior.blogspot.com
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