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martes, 30 de junio de 2009

Duelo y resistencia


Los procesos de cambio generan resistencia. En los estadios iniciales se consume un alto grado de energía, especialmente en atender la valencia negativa dirigida a detener ese cambio. La intensidad de la reacción opositora nos dice mucho acerca de la importancia del cambio, de cómo afecta a las personas y cuán bien se encuentran preparadas para enfrentarlo. Cuando el cambio es deseado hay pocos problemas; cuando ese cambio no se percibe como deseable, aparece la resistencia.

Definitivamente, todo cambio implica más trabajo, porque nos saca de nuestra cómoda posición actual y porque implica pérdidas (de tiempo, de imagen, de recursos, de poder e influencia, de beneficios, de territorios, de relaciones). Y todo proceso de pérdida es un proceso de duelo que sigue varias etapas. La primera es la negación: negamos la realidad de lo que pasa. "No puede ser", decimos. "Es imposible", "de esa manera no". A pesar de tener la realidad delante de nuestros ojos (presiones internas y externas), nos resistimos. Comenzamos a combatir a los líderes que lo impulsan, a sus estrategias (llámese reingeniería, revolución, constituyente), a los que asesoran y al primer 10% de iniciadores del cambio (grupos de avanzada, líderes). Esta etapa es superada cuando se acepta la realidad, y no siempre queremos hacerlo. A pesar de las evidencias abrumadoras por las que atraviesan las organizaciones en las actuales circunstancias, nos resistimos al cambio, escudándonos en nuestro escepticismo y en nuestras antiguas creencias. Es una forma de aferrarse al cómodo pasado, descalificando las iniciativas para el cambio, pero sin involucrarnos en él.

La segunda etapa es más difícil, porque comenzamos a sentir el dolor de la pérdida, la internalizamos. Una vez superada, podemos empezar a aceptar la necesidad del cambio y a contribuir con nuestro aporte, a enfrentar el resbaladizo camino que nos lleva a los espacios de la incertidumbre.

Los líderes con visión de futuro han aprendido a vivir en los ambientes de incertidumbre, a no dejarse vencer por las trabas o piedras del camino, por las resistencias, sin antes mostrar que con su optimismo y proactividad las pueden apartar, neutralizar o disolver, siendo modelos, con su trabajo persistente y tesonero, guiados por esa visión apasionada, comprometida y compartida que los reta hacia el mañana.

Elizabeth Valarino
evalarino@intercontacto.com

Este artículo fue publicado en el Diario El Nacional, el miércoles 29 de julio de 1999

Se agradece respetar los derechos de autor y hacer la referencia de la fuente de este blog.
Valarino, Elizabeth (2009).Duelo y resistencia.Publicado en: http://ventaninterior.blogspot.com

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