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miércoles, 15 de julio de 2009

Primera luna llena de enero



"Pedid y se os dará, buscad y hallaréis; llamad y se os abrirá. Porque todo el que pide recibe y el que busca halla y al que llama se le abre. (Mateo: 7,7).

Primera escritura del año. Esta noche es nochebuena de Reyes, primera luna llena de enero, cuando las pasiones se exaltan, los deseos se inflaman, el fuego se acrecienta y quema, las mareas suben y la luz que ilumina la noche, plateada, desata la locura aún en los más cuerdos.

Hoy hablé contigo, tu voz sonaba triste, grave, sin brillo. Imagino lo que pasa porque ya lo he vivido. Y la necesidad de hablar se hizo presente. Surgen las incógnitas y la revelación de los objetos perdidos, prueba quizás de una intuición basada en realidades.

Estos días finales del año medité, repasé mi historia previa, mis fracasos, mis aciertos, mis pérdidas, mis renuncias, mis conexiones, mis éxitos también. Y aunque hilos invisibles tejen una misma historia, las diferencias también se hacen notables.

Aprendí sobre los vínculos que quiero en esta nueva vida que se inicia ahora en este año. Sigo convencida que la energía divina sólo puede manifestarse a través de la apertura de nuestros sentimientos, de nuestros canales y vínculos basados en el amor de calidad y en la confianza mutua. Estoy convencida que aunque mientas con la boca, la energía habla por tí y te descubre, ya lo estás viviendo. Tememos herir y pretendemos detener la verdad porque pensamos que así será menos doloroso. Me lamenté alguna vez que fuí directa en mi vida y dije la verdad abiertamente. El golpe fue duro, pero ahora me siento orgullosa de la sinceridad conmigo misma y con el otro, fué lo mejor, ahora lo creo firmemente.

Cada quien aprendió de la experiencia a su manera y rehizo su vida según sus propias creencias y necesidades. Y el amor sigue allí aunque haya cambiado la forma. No puede dejar de querese a quien nos ha dado la posibilidad de tener hijos y criarlos juntos. A quien nos ayudó a formarnos a nosotros mismos cuando éramos inmaduros. Y cuando el alumno está listo, aparece un nuevo maestro. Cuando una relación cambia de forma quiere decir que otros aprendizajes se derivarán de ello y que la vieja forma ya no alimenta ese vínculo. Si intentamos permanecer de la misma manera, el deterioro se vá haciendo cada vez más evidente, porque coartamos los designios que la naturaleza ha trazado para nosotros y dejamos de ser nosotros mismos para complacer, para vivir según los deseos de otros, con la falsa esperanza que así serán más felices, aunque en el fondo sabemos que es para evitar el dolor que subyace a cualquier cambio importante.

Recordé que para ganar algo en la vida, siempre existe una renuncia, hay que dar algo a cambio. Para llenar es necesario un espacio vacío, que dé paso a.... Y el vacío produce vértigo, inseguridad, desasosiego, intranquilidad, ansiedad, insomnio. Es el momento de recurrir a nuestra espiritualidad, a las conexiones importantes, porque la razón ya no nos sirve para explicar lo que sucede.

Y al comprender con el espíritu, se abre una conciencia diferente, donde no hay culpa ni resentimiento, solo amor y paz. Así me siento ahora, así deso amar, así me quiero unir si el otro lo desea. Así querré toda la vida, aunque pueda comprender que la forma variará día a día, hasta que asimilemos juntos las lecciones que debemos aprender en esta vida.

Quiero emprender el vuelo a su lado con entera libertad, con la libertad de mi espíritu y el suyo unido al mío por la más sublime conexión, la que puede lograrse aún sin la presencia.

Vuela halcón, que los halcones necesitan libertad para desplegar sus alas y dominar el cielo, pero regresan a su nido que les dá calor y amor, porque saben que siempre que quieran podrán volar con entera libertad en el cielo infinito.

Se agradece respetar los derechos de autor y hacer la referencia de la fuente de este blog.
Valarino, Elizabeth (2009). Primera luna llena de enero. Publicado en: http://ventaninterior.bolgspot.com